A veces cuesta relacionar un elemento con otro, como si estos estuviesen separados y que no tienen ningún punto de relación. Pero a veces tras lo que se supone que existe se esconde otro elemento, otro fenómeno que realmente nos permite comprender el primero, sólo ahí nos damos cuenta de donde proviene la rabia o la desmoralización luego de la aprobación de HidroAysén el día de ayer.
Es que me es imposible de abstraer que realmente mi enojo, rabia y sinsabor nacen desde lo que yo veo como una gran derrota de la democracia, por que no hablo ni como ecologista ni ambientalista, sino que hablo y me expreso con el sabor de derrota como un demócrata. A veces la tolerancia tiene límites y es por ello que en la medida en que más se alejaba la elección de ayer de lo que yo considero democracia, más sentía que me era intolerable sentir que todo había sido bajo los causes democráticos. Entonces era ahí donde sentía aun mayor la rabia. Cómo poder sentir realmente que debo agachar la cabeza y aceptar la derrota democrática, una de las razones que esgrime el gobierno, cuando realmente me doy cuenta de que no existe ni siquiera un atisbo de lo que pueda comprender por democracia. Si aceptamos un concepto, si llegamos a reconocer la existencia de un concepto político, y por ende público, es por que podemos llegar a tener un acuerdo sobre algo que, aunque no sea de manera cerrada, tienen puntos en común y que “esa es la razón por la cual legitimamos el concepto”. ¿Pero que tipo de razón democrática podemos encontrar en una elección tan viciada como la de ayer? Es que son demasiadas las razones para ver que ayer no actuó ninguna democracia más que el esgrimir a esta como el fundamento para determinar como acto antidemocrático a todo aquel que diga No a HidroAysén. Aquí no hay más elementos que nos permitan comprender lo democrático de la elección de ayer más que el señalar que es democrática por el sólo hecho de afirmar que “así es” por sólo ser; para que un concepto sea considerado democrático debe tener elementos que nos hagan reconocerlo como tal y legitimarlo como tal, no tan sólo “por ser así”. Debemos de reconocer la democracia para creer que un acto es democrático; ese es el tema de fondo... aquí no reconocemos democracia alguna en la aprobación de HidroAysen, aquí no se puede esgrimir a algo como democrático sólo por que tiene ese titulo. A pesar de las múltiples diferencias entre los árboles reconocemos elementos en común que nos hacen considerarlo como tal, a pesar de las múltiples diferencias sobre la concepción de justicia reconocemos actos más o menos justos... pero ayer no vi ningún atisbo de democracia, ninguno.
Es que me es imposible de abstraer que realmente mi enojo, rabia y sinsabor nacen desde lo que yo veo como una gran derrota de la democracia, por que no hablo ni como ecologista ni ambientalista, sino que hablo y me expreso con el sabor de derrota como un demócrata. A veces la tolerancia tiene límites y es por ello que en la medida en que más se alejaba la elección de ayer de lo que yo considero democracia, más sentía que me era intolerable sentir que todo había sido bajo los causes democráticos. Entonces era ahí donde sentía aun mayor la rabia. Cómo poder sentir realmente que debo agachar la cabeza y aceptar la derrota democrática, una de las razones que esgrime el gobierno, cuando realmente me doy cuenta de que no existe ni siquiera un atisbo de lo que pueda comprender por democracia. Si aceptamos un concepto, si llegamos a reconocer la existencia de un concepto político, y por ende público, es por que podemos llegar a tener un acuerdo sobre algo que, aunque no sea de manera cerrada, tienen puntos en común y que “esa es la razón por la cual legitimamos el concepto”. ¿Pero que tipo de razón democrática podemos encontrar en una elección tan viciada como la de ayer? Es que son demasiadas las razones para ver que ayer no actuó ninguna democracia más que el esgrimir a esta como el fundamento para determinar como acto antidemocrático a todo aquel que diga No a HidroAysén. Aquí no hay más elementos que nos permitan comprender lo democrático de la elección de ayer más que el señalar que es democrática por el sólo hecho de afirmar que “así es” por sólo ser; para que un concepto sea considerado democrático debe tener elementos que nos hagan reconocerlo como tal y legitimarlo como tal, no tan sólo “por ser así”. Debemos de reconocer la democracia para creer que un acto es democrático; ese es el tema de fondo... aquí no reconocemos democracia alguna en la aprobación de HidroAysen, aquí no se puede esgrimir a algo como democrático sólo por que tiene ese titulo. A pesar de las múltiples diferencias entre los árboles reconocemos elementos en común que nos hacen considerarlo como tal, a pesar de las múltiples diferencias sobre la concepción de justicia reconocemos actos más o menos justos... pero ayer no vi ningún atisbo de democracia, ninguno.
Ayer no perdieron los ecologistas, ayer perdieron los ciudadanos, ayer perdió realmente la democracia ...
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