martes, 31 de mayo de 2011

La Realidad como Imágen ...



Hace un par de días hablando con unos amigos me di cuenta que me había enterado de la magnitud, terror y destrucción que había generado el terremoto y posterior tsunami del 27 de febrero del 2010. Y no es que no me encontrara en Chile sino que el terremoto dejó sin energía eléctrica el lugar donde me encontraba y no vi imágenes que me pudiesen hacer “sentir” que realmente había ocurrido una devastación total como las que me relataban la radio a pila. Es que hoy en día la realidad es una imagen, nos enfrentamos a ella y podemos “verla” por medio de la claridad del sentido más básico del hombre. Sin la imagen nos encontramos frente al vacío de la abstracción total, y en esa abstracción es imposible la construcción de ninguna realidad que nos haga sentir que “es realidad”. El pensamiento abstracto sin la imagen no construye realidad más que como posibilidad, como una teorización que aun no puede ser comprobada sin ella; como la forma más clara, racional y evidente del pensamiento. Yo pensé la magnitud del terremoto, escuché por radio la fuerza destructora de este, pero aun así me era imposible el sentirlo como realidad si no “podía verlo”...

A lo mejor nunca había sentido, ahora me doy cuenta, que realmente la realidad social no es más que una construcción social, pero por medio de la imagen. La imagen como un todo ya no sólo simbólico, sino que ahora como el consenso de legitimidad de la existencia de un objeto, un hecho, un fenómeno... la realidad está en la imagen.
Y todo esto que he escrito nace a partir de ver durante más de una hora las noticias... y no encontrar más que una construcción de realidad que, a pesar de las imágenes, no la creo... no vi protesta alguna de los portuarios, ni manifestación mediombientalista ni de estudiantes universitarios, menos una #spanishrevolution... la imagen construye una realidad hoy; más que nunca ...

lunes, 23 de mayo de 2011

La Democracia como Fantasma... los Manifestantes como Realidad






No es ninguna novedad la existencia de los “votos castigos”, es más creo que una de las razones de más peso para comprender el triunfo de Piñera en las urnas se debió a este tipo de voto más la fuga, por la misma razón, de votos hacia MEO. De una u otra manera se ha comprendido que la ciudadanía se manifiesta en las urnas a través de premios y castigos hacia las coaliciones y que, por ello, la democracia funciona. Sin embargo esta visión es bastante simplista dejando de lado el hecho mismo que la calidad de la democracia, dudosa por donde se la mire en Chile, no permite realmente esa suerte de retroalimentación entre ciudadanía y Partidos Políticos de la cual tanto se jacta nuestra querida democracia para legitimarse a sí misma. La frase “las instituciones funcionaron” para callar a las multitudes y a las manifestaciones sólo demuestran que realmente las instituciones NO funcionan, ya que de ser así sería ridículo el pensar en manifestaciones legitimas y sólo caerían en una suerte de pataletas incomprensibles o de un grupo mínimo sin mayor peso que su misma incoherencia de aceptar la “justicia de las reglas del juego”.

Las reglas del juego democrático son comprendidas por todos, a grosso modo, y es por ello que es bastante difícil apelar a la democracia ahí donde todos comprenden el concepto aunque sea en abstracto, y eso posibilita que a mayor diferencia entre lo que comprendemos por democracia y su carencia, mayor son los niveles de protesta apelando a lo “incomprensiblemente antidemocrática” de una medida. Aquí, en las protestas ciudadanas, no existe ningún liderazgo ya que los liderazgos políticos tienen poco y nada de credibilidad por el hecho de ser “políticos”, y es la política la que se ha desgastado y perdió toda credibilidad, no la democracia. La democracia como sistema de gobierno sigue gozando de amplias simpatías, felizmente, y los partidos políticos de poco y nada.




En las manifestaciones del 21 de mayo un manifestante portaba una pancarta que decía “Democracia Fantasma”, y el manifestante andaba vestido de idem. Nuestra censuradora y arbitraria prensa lo encontró simpático y bastante jocoso y lo publicó en todos los periódicos con una linda foto del manifestante. Lo triste es el hecho que detrás de esa caracterización y de su pancarta se esconde una crítica lo suficientemente fuerte que nos puede hacer temblar: la democracia si puede ser un fantasma: podemos definir qué es, podemos incluso encontrar manifestaciones de ella, pero no la vemos, no la podemos abrazar y, por sobre todo, parece que al pensar sobre ella nos asalta la duda sobre su existencia real debido a la carencia de demostraciones reales.

La democracia se ha convertido en un fantasma por que ella no es más que una duda constante hoy en día y que sólo es apoyada y legitimada como democrática en la medida en que “otros” nos cuentan como esta ha funcionado, y como esta se ha manifestado... los simples de los mortales vemos poco y nada. Entonces, qué nos puede quedar si ya no podemos percibir la democracia con nosotros, es posible que sólo nos quede la fe o la esperanza de que ésta está funcionando y que otros nos cuenten de como este “fantasma se ha manifestado” para mantener la creencia fantasiosa de su existencia. Y si realmente un fantasma recorre Chile estamos perdidos, por que los fantasmas sólo existen para quienes creen en ellos...

viernes, 20 de mayo de 2011

La #spanishrevolution y el descredito de los Partidos Políticos ...






No pretendo hacer un análisis pormenorizado de lo que está pasando en España, y al parecer en el resto de Europa Central, sino que quiero hacer un ejercicio de comprensión de las razones que motivan a miles de jóvenes, estudiantes emputecidos, cesantes y familias sin hogar a estar acampando en diferentes lugares públicos de España como una forma de protestar pacífica frente a un sistema económico que los ha dejado totalmente desprotegidos y desamparados. Frente a un sistema económico que, como panacea, a sido defendido y legitimado una y otra vez por la clase política. Descartadas absoluta y radicalmente las conspiraciones estúpidas, la interpretación al parecer es clara y contundente: la gente está saliendo a la calle porque exigen un cambio. Un cambio de fondo en la manera de hacer política, de gestionar la democracia como relación entre sociedad y política. Como lo dice el periodista Enrique Dans "perderse analizando las peticiones de unos y de otros es un ejercicio vano: entre las personas que veo en la calle manifestándose, muy pocos apoyarían de manera expresa esas peticiones. Muchos ni se paran a leerlas, porque simplemente no vale la pena: los ciudadanos salen a la calle con una petición transversal, pidiendo un cambio radical, porque los partidos políticos y el sistema ya no les representan”.

Entonces, ¿qué es lo que desencadena las manifestaciones? ¿Existe alguna unidad ideológica, de critica o de movimiento tras el movimiento llamado, e incentivado, por las redes sociales como #spanishrevolution? La respuesta es si y no, a la vez, por que si bien es cierto es que obviamente la lista de peticiones es normalmente tildada de peticiones de “izquierda” (mayor democracia real, fin del monopolio de los partidos políticos tradicionales, crítica a las políticas económicas que han aumentado la cantidad de cesantes y la protección social, etc) no es posible concebir a este movimiento como un “movimiento izquierdista”, en el sentido de un movimiento articulado tras partidos de izquierda españoles o internacionales. Que los jóvenes de izquierdas sean los que más rápidamente tienden a salir a la calle no quiere decir nada, y pretender adscribir una protesta como esta a una ideología o a un partido concreto es sencillamente absurdo. Convertir las protestas a un determinado movimiento organizado, a una estrategia concreta o a “un lider” es una interpretación trasnochada típica de quienes no entienden nada de lo que está pasando. Buscar más organización, pretender que se hagan peticiones concretas, pedir un liderazgo más claro y personalizado o buscar debajo de las piedras un origen retorcido es absurdo: no puede ser, y además es imposible, no existe esa genesis sino una suma de condiciones que tienen en común el total desencanto y decepción frente a una clase política que debía de protegerlos frente a la crisis y no el entregarlos para “ser devorados” por un modelo económico. Si los miles que protestan tienen algún tipo de petición común esta es una petición transversal, pidiendo un cambio radical, porque los partidos políticos y el sistema ya no les representan. Representan a otros y claramente sabemos quienes son... como chileno no me cuesta tanto comprenderlo.

Se podría decir que, si algo tienen en común los miles de manifestantes españoles es su total descrédito al sistema político y como este, una y otra vez, a convertido las elecciones en una “vuelta de tuerca más” en pos de consolidar, a pesar de la crisis, el sistema económico que los a dejado en la total desnudez y crisis en la cual ahora se encuentran: un desencanto total que obviamente se ve de manera más clara en los miles de jóvenes parados (cesantes) que han visto como la cesantía juvenil ha llegado al 40% en España. Nuevamente citando a Enrique Dans: “El desencanto con una forma de hacer política que convierte al votante en un ente sin importancia que deposita una papeleta en una urna y que con ella legitima a un partido para hacer lo que le dé la gana durante cuatro años, un partido convertido en una gran empresa ineficiente y corrupta que responde a los intereses de lobbies de poder, no a los de sus votantes”.


La decisión de salir a la calle responde a una sensación general, no a una reivindicación concreta de una serie de puntos programáticos. Es por lo tanto un movimiento genuinamente social, y por ello... totalmente impredecible. Hoy una #spanishrevolution; ¿Mañana será posible una #chileanrevolution? Sólo el tiempo lo dirá; por que al parecer tenemos mucho en común con los miles de manifestantes de nuestra “madre patria”...





martes, 10 de mayo de 2011

HidroAysen, lo Público y la Derrota de la Democracia ...



A veces cuesta relacionar un elemento con otro, como si estos estuviesen separados y que no tienen ningún punto de relación. Pero a veces tras lo que se supone que existe se esconde otro elemento, otro fenómeno que realmente nos permite comprender el primero, sólo ahí nos damos cuenta de donde proviene la rabia o la desmoralización luego de la aprobación de HidroAysén el día de ayer.

Es que me es imposible de abstraer que realmente mi enojo, rabia y sinsabor nacen desde lo que yo veo como una gran derrota de la democracia, por que no hablo ni como ecologista ni ambientalista, sino que hablo y me expreso con el sabor de derrota como un demócrata. A veces la tolerancia tiene límites y es por ello que en la medida en que más se alejaba la elección de ayer de lo que yo considero democracia, más sentía que me era intolerable sentir que todo había sido bajo los causes democráticos. Entonces era ahí donde sentía aun mayor la rabia. Cómo poder sentir realmente que debo agachar la cabeza y aceptar la derrota democrática, una de las razones que esgrime el gobierno, cuando realmente me doy cuenta de que no existe ni siquiera un atisbo de lo que pueda comprender por democracia. Si aceptamos un concepto, si llegamos a reconocer la existencia de un concepto político, y por ende público, es por que podemos llegar a tener un acuerdo sobre algo que, aunque no sea de manera cerrada, tienen puntos en común y que “esa es la razón por la cual legitimamos el concepto”. ¿Pero que tipo de razón democrática podemos encontrar en una elección tan viciada como la de ayer? Es que son demasiadas las razones para ver que ayer no actuó ninguna democracia más que el esgrimir a esta como el fundamento para determinar como acto antidemocrático a todo aquel que diga No a HidroAysén. Aquí no hay más elementos que nos permitan comprender lo democrático de la elección de ayer más que el señalar que es democrática por el sólo hecho de afirmar que “así es” por sólo ser; para que un concepto sea considerado democrático debe tener elementos que nos hagan reconocerlo como tal y legitimarlo como tal, no tan sólo “por ser así”. Debemos de reconocer la democracia para creer que un acto es democrático; ese es el tema de fondo... aquí no reconocemos democracia alguna en la aprobación de HidroAysen, aquí no se puede esgrimir a algo como democrático sólo por que tiene ese titulo. A pesar de las múltiples diferencias entre los árboles reconocemos elementos en común que nos hacen considerarlo como tal, a pesar de las múltiples diferencias sobre la concepción de justicia reconocemos actos más o menos justos... pero ayer no vi ningún atisbo de democracia, ninguno.




Ayer no perdieron los ecologistas, ayer perdieron los ciudadanos, ayer perdió realmente la democracia ...