martes, 16 de noviembre de 2010

¿Por qué participar?


A lo mejor nos hemos equivocado desde hace un tiempo hasta ahora, que realmente hemos querido hacer parecer democrática a una sociedad que no lo es. Ni siquiera se realmente si existe algún tipo de relación seria, y real incluso, entre aquello que consideramos como democracia -y sus implicancias valorativas, morales y éticas – y el verdadero efecto de las decisiones democráticas desde una perspectiva de política estatal. Creo, por lo tanto que es posible que la democracia, hoy en día, tenga el mismo valor que la religión en la Edad Media; en ser nada más que una suerte de soporte “fantasioso” para camuflar las mismas falencias que la institución tenía en si: de la misma manera como la Iglesia medieval no practicaba lo que promulgaba, la democracia contemporánea -como práctica- esta lejos de ser lo que dice su discurso.

La pregunta por lo tanto no es tanto “por qué no participan los jóvenes”, esa pregunta es posible que tenga menos importancia que preguntarse otra cosa que es mucho más interesante; “por qué debería participar”. Por que esa respuesta, de ser afirmativa, sólo sería una mentira en si misma. Si respondemos a nuestra pregunta con la afirmación; “por que así decides el futuro de tu sociedad, país, nación, etc” ... esa respuesta es un engaño en si misma, por que bien sabemos que no se está decidiendo nada importante que signifique un cambio político de importancia para la “sociedad, pais, nación, etc”. Creo que esa es la esencia del problema, por que es imposible tomar algún tipo de decisión en algo que en sí no existe para el discurso político; ...¿país?, ¿sociedad? ¿nación?. Si la política actual busca solventarse en conceptos de los cuales ella misma duda entonces el proceso democrático puede decidir lo que quiera, por que decide sobre algo que no existe.


1 comentario:

  1. http://www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=631

    "Creo, por lo tanto que es posible que la democracia, hoy en día, tenga el mismo valor que la religión en la Edad Media; en ser nada más que una suerte de soporte “fantasioso” para camuflar las mismas falencias que la institución tenía en si" --> Muy de acuerdo.

    Buena la crítica, pero después qué? Porque la salida de Badiou es un poco -sólo un poco- ridícula. Es como si en el ojo del espiral estuviera el budismo, y del otro lado...

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