En esta extraña visión que hemos generado de ser la postura de la razón y de la defensa de nuestros altos valores caemos una y otra vez en una suerte de “soberbia moral-política”, en otras palabras hemos adoptado no sólo las características propias de la globalización como un hecho consumado, sino que, a la vez, hemos transformado las prácticas propias de los “lideres” de la globalización en prácticas propias sin cuestionamiento alguno. Si “ellos” lo hacen, y sin las vanguardia de lo que debe ser la globalización y el liberalismo, nosotros como seguidores de ellos, debemos de hacer los mismo; esa parece ser la lógica escondida tras todo esto. Si EEUU es agresivo, nosotros también lo seremos; pero claro, ellos son agresivos de manera directa y son tapujos en pos de la libertad y la democracia (léase Irak, Kuwait o Cuba), nosotros seremos “agresivos” moralmente en pos de esas mismas prácticas; léase Venezuela.
Por que la lógica ridícula de Larraín, Allamand, y de otros miembros pro gobierno en Chile, es dar vuelta dos elementos claves para trastocarlos a ojos de todo Chile; el primero la soberanía nacional que es propia de cada uno de los Estado; y la segunda, la “soberbia” a la cual nos referíamos anteriormente.
El primer punto es así de simple; se ha señalado una y otra vez el famoso dicho popular, como si las relaciones internacionacionales se basaran en ellas, que: “el que nada hace nada teme” y que, por tanto, Chávez debería dejar entrar a los “senadores chilenos que sólo buscan hacer transparente las elecciones “democráticas” en Venezuela”. Así de simple es como se ha planteado el tema, tan sólo eso, una lógica infantil y que hace que el punto segundo tenga relación con el primero; “la soberbia”.
Por que la lógica ridícula de Larraín, Allamand, y de otros miembros pro gobierno en Chile, es dar vuelta dos elementos claves para trastocarlos a ojos de todo Chile; el primero la soberanía nacional que es propia de cada uno de los Estado; y la segunda, la “soberbia” a la cual nos referíamos anteriormente.
El primer punto es así de simple; se ha señalado una y otra vez el famoso dicho popular, como si las relaciones internacionacionales se basaran en ellas, que: “el que nada hace nada teme” y que, por tanto, Chávez debería dejar entrar a los “senadores chilenos que sólo buscan hacer transparente las elecciones “democráticas” en Venezuela”. Así de simple es como se ha planteado el tema, tan sólo eso, una lógica infantil y que hace que el punto segundo tenga relación con el primero; “la soberbia”.
Volvamos al primer punto y veamos lo siguiente; si usted está en su casa permitiría que: el vecino le vaya a inspeccionar; ¿si limpia bien el baño, si educa bien a sus hijos o si realmente bota la basura? Si su respuesta es no; entonces podríamos suponer que “algo esconde” y que realmente su casa es un asco en todo sentido y que toda suposición negativa sobre usted y su casa está bien fundada. Pero claro usted dirá; ¡mi familia y yo sabemos que no es así!. Entonces ... usted puede ver claramente que el problema no es el “no dejar entrar” sino que dejaría entrar a quien sospecha que “la casa está vuelta pata’s pa’ arriba y que los onda pelando en el vecindario”.
Ahora veamos un segundo punto, que tiene relación con el primero obviamente; “¿y si dejamos entrar a aquellos que nos pelan para así demostrar que las cosas están bien en mi casa?”. El problema es este, no puedo dejar entrar a quién parte de una sospecha y que, por lo tanto, sólo verá aquello que de antemano quería ver: “es probable que cualquier detalle sea visto como que soy realmente una bestia de hombre y que tengo una poquería de hogar”. ¿Pero si nunca ha llegado carabineros por algo será no?, si nunca me han quitado a mis hijos por no darle condiciones básicas ... ¿por algo será? Y claro que no ha sido así, nunca me han sacado un parte por malos olores o ha venido el SENAME a quitarme a los cabros chicos ... y son instituciones que YO reconozco con todo lo que involucra su autoridad, obetividad y potestad. Y en cambio, a mi vecino no le reconozco en nada más que estar geográficamente ubicado cerca y saber de él por parte de sus “pelambres” y sus críticas.
Ahora veamos un segundo punto, que tiene relación con el primero obviamente; “¿y si dejamos entrar a aquellos que nos pelan para así demostrar que las cosas están bien en mi casa?”. El problema es este, no puedo dejar entrar a quién parte de una sospecha y que, por lo tanto, sólo verá aquello que de antemano quería ver: “es probable que cualquier detalle sea visto como que soy realmente una bestia de hombre y que tengo una poquería de hogar”. ¿Pero si nunca ha llegado carabineros por algo será no?, si nunca me han quitado a mis hijos por no darle condiciones básicas ... ¿por algo será? Y claro que no ha sido así, nunca me han sacado un parte por malos olores o ha venido el SENAME a quitarme a los cabros chicos ... y son instituciones que YO reconozco con todo lo que involucra su autoridad, obetividad y potestad. Y en cambio, a mi vecino no le reconozco en nada más que estar geográficamente ubicado cerca y saber de él por parte de sus “pelambres” y sus críticas.
Y el problema es que así ha actuado Chile, con Venezuela sólo hemos sido los “vecinos peladores”, ya que no tenemos potestad ni autoridad alguna para ser veedores de sus elecciones. Los que realmente son veedores son organizaciones internacionales u organizaciones supranacionales que piden esa autorización, no países soberanos cuestionando las formas democráticas soberanas de otros países democráticos. Y en esto Chavez tiene toda la razón, al menos por esta vez: “¿Por qué autorizar a entrar a vecinos que sólo vendrán a pelar?, Por que obviamente la posición en contra de Venezuela ya la tienen formada de antemano y buscarán el polvo debajo de las puertas”.
No sé si a usted le ocurre lo mismo; pero esto de países soberanos “garantizando” democracias o sistemas políticos ajenos me suena bastante conocido...
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