miércoles, 10 de agosto de 2011

...cómo erosionar la democracia bajo una "revelación" ...



Siempre ha existido una relación entre la derecha en el gobierno y la apelación a la existencia de algún tipo de “mal encarnado”, creo que, en gran parte, la derecha necesita alguna forma de encarnación de aquello que combaten y necesitan verla de alguna manera materializada; marxistas, cubanos, corruptos, estatistas gritaban antes.... hoy es el de determinar que detrás de cada uno de los gritos, marchas y cacerolazos existe algún tipo de anarquista, subversivo o, simplemente, un “inútil”. De una u otra manera la inexistencia de algún tipo de sensibilidad social dentro de la derecha hace que deban hacer constantemente apelaciones a elementos abstractos como la negación; anti-demócratas, anti-orden, anticonstitucionales. No se define cual es la afirmación de aquello que atacan, simplemente es negarlo, como si negando algo pudieran explicar “cual es la definición de aquello en lo que creen”... y no es así, nunca podremos comprender que es para la derecha “la democracia”, “la justicia”, o incluso “la ciudadanía”, ese es un territorio que no pueden definir por que simplemente no lo entienden, pero si, y como constante, podemos negarlo en otros, es decir el afirmar que “el otro no cumple las reglas del juego, aunque yo no comprenda cuales son”.

Con esto no quiero decir que la Concertación sea una manifestación increíble de claridad y definición de su discurso, para nada, pero creo que existe una suerte de constante o ecuación que nos lleva a pensar que “en la medida en que un partido político más tiende hacia el centro; menor es su capacidad de claridad de discursos políticos”. No existen definiciones menos claras en la política de Chile que las que dan constantemente RN o la DC, los mismos partidos que se declaran de “centro” o “centro y algo”. Cuando se extreman las posturas la claridad tiende a salir a luz y las visiones ideológicas se vuelven claras; la UDI y el PC nos pueden sorprender cada día pero son claros ... . ¿Qué quiero decir?. Que hoy la relación entre RN –y su incapacidad de definirse- en dependencia directa con la UDI –definiciones radicalmente conservadoras- hacen que toda definición por parte del gobierno sea, obligatoriamente, o algo que desagrada a la UDI, o, si hace sonreír a la UDI, es que RN tuvo que ceder completamente; la UDI o gana... o patea la mesa ...

Ahora. Claro está; ¿qué relación existe entre lo que escribí en un principio y lo segundo? En que las posturas valorativas de los sectores “piñeristas” no pueden tomar decisiones de ningún tipo al depender de una suerte de “venia religiosa” por parte de la UDI como tal, como partido y como “bastión religioso”. Entonces el discurso del matrimonio homosexual no puede sobrepasar el elemento de consenso de los dos partidos de Gobierno; el tema económico, y reducir un tema “valorativo” a un tema netamente económico. Y, aun así, siempre los elementos radicales negarán el discurso de la “igualdad y libertad” que debe propiciar la “democracia” y la extraña definición que se tenga de esta. Sino se puede apelar a lo “democrático” debes de negar la “democracia en otros” bajo una extraña lógica; sino puedes concebir en los homosexuales a una persona con derechos entonces no es extraño definir que todo aquel que no responda a tus patrones “ortodoxos” será tildado también como alguien que “no debe tener derechos”. La lógica se lleva hasta el extremo; no podemos concebir a “algunos desadaptados hacia la naturaleza”-los homosexuales- y por ende, dentro del plano político “tampoco podemos aceptar a quienes van en contra de nuestra concepción de naturaleza social” –todo manifestante se vuelve antidemocrático- en peligro se vuelve todo aquel que no esté dentro de esa lógica UDI y, se defenderá esa extraña “definición de democracia”. No se puede llegar a acuerdo alguno cuando no existe definición mas que le negación supuesta de esta en “el otro”, bajo esa lógica es imposible llegar a acuerdos, por que sus acuerdos sólo se comprenden negando al otro ....

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