jueves, 14 de abril de 2011

Senador Novoa y su defensa frente a "los talibanes" ...


Por si usted no lo sabe el famoso proyecto de ley que se está debatiendo en comisión mixta del Congreso ha levantado una polémica que, creo, se ha transformado en una suerte de “sacada de mascara” de esa derecha que se pinto a sí misma como social y, además, con un discurso de protección a los más desposeídos y desprotegidos. Es que lo que sucede hoy es que, por vez primera, la derecha debe hacer una justificación de su política a “rostro descubierto” y no amparado en difíciles teorías sociales o económicas que, traducidas en números, eran incomprensibles para el grueso de la población.


Es que si ya la diputada Rubilar había considerado que la “nueva ley de rotulado de alimentos” era un “absurdo”, las palabras del distinguido senador Novoa obligan a defender el sustento económico de la derecha pero quebrándose a sí mismo; ¿cómo hago para decir “coman sano” si ese “comer sano” va en contra de mis intereses económicos? Ese es el dilema, ese es el gran conflicto: que las bases del liberalismo obligan a barrer cualquier tipo de base moral o de “bien común” al Estado mismo. Si usted no conoce las palabras de Novoa lea: "Bajo el pretexto de informar a la población un grupo de parlamentarios ha aprobado en la comisión mixta un proyecto que es un ejemplo del talibanismo en materia de lo que las personas pueden o no hacer". El problema señor Novoa es que no es un problema de libertad, sino que es un problema de falta de libertad: la nueva ley de rotulación aspira a entregar libertades a quienes aun no la tienen, a los niños, a esos mismos que no se les puede vender cigarros o alcohol antes de los 18¿porqué? por que suponemos que aun no están en condiciones de elegir libremente lo que es bueno o malo para si. O acaso suponemos que un niño no es victima de una “venta atada” cuando se le ofrece un juguete a cambio de cierta alimentación, o podemos hacer la siguiente cadena: cuando va al cine y no puede ingresar alimentos que no sean las golosinas que le venden en el cine para ver Toy Story 3compra un hot dog con bebida... y resulta que la película le encantó y quiere tener ese juguete de la película, y para tener ese juguete debe consumir una determinada hamburguesa, y cuando va camino a casa le dice a su mamá que necesita colación para el colegio; y la mamá le preguntará que es lo que quiere y el niño dirá: “las galletas con la calcomanía de Toy Story3 ... y podemos seguir infinitamente ... Esto no es una intrincada ecuación, es sólo una razón por la cual Novoa y compañía no están apelando a “una lucha por la libertad” sino que, al contrario, por que este proyecto de ley -al menos sobre este punto-busca ampliar las libertades de elegir pero, valga la redundancia, con mayores libertades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario