Y si queda algún tipo de confianza en el sistema de partidos como un sostén de nuestra democracia, esta confianza se erosiona cada vez más. Y es que resulta inconcebible el ver como nada importa por quién votaste, es que realmente no representa nada cuando vemos como nuestros representantes parlamentarios huyen o se internan en el gobierno de turno respondiendo a un llamado de auxilio... y los electores... qué importan ellos si están atados, a los mismo partidos que pierden su credibilidad cada vez más.
Partidos que legitiman al gobierno, gobierno que legitima a los partidos, partidos que legitiman el sistema electoral, electorado que no tiene salida más que este sistema electoral ... la democracia se legitima a si misma como un instrumento procedimental pero no como democracia en si, como valor.
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