domingo, 9 de agosto de 2009

Hagamos una Ronda Hablando de la Paz

Hablemos de la paz desde una perspectiva de guerra. Hablemos desde el pacifismo para descubrir que tras ese concepto se esconde la guerra que da origen a la posición misma del pacifismo.

Conversemos de la paz y abrasemos la moralidad hasta las lagrimas de la emoción. Celebremos la paz y habremos olvidado que aquello que existe como paz no es nada más que el olvido de la latencia de la guerra.

La existencia de la paz nos obliga a la observación de los universales y el acatamiento de esa suerte de verdad revelada. Pero esa verdad no existe como tampoco la existencia de los universales que justifiquen la existencia misma de la verdad. Tras la paz existe la dominación y el control, existe el silencio de la resistencias o la absorción de estas, para comprender la mantención del fin de la guerra. Entonces; tras la paz, que es una observancia universal, existe una dominación e imposición que logrará entregar tanta paz así como su capacidad de ejercicio de violencia le sea posible. No hay más que eso, no existe más paz que la capacidad activa a pasiva de poder ejercer la guerra por parte de un individuo o algún grupo.

No hay paz en los DDHH, es una imposición de una arbitrariedad de aquello que se ha determinado como ser humano y que obliga a la imposición de una directriz ya formulada por un asunto de dominación de concepciones. Su creación y por lo tanto en la imposición de una determinada categorización, y definición, de aquel arsenal conceptual que el mismo poder ha creado. No existe, y siguiendo el mismo ejemplo, ninguna definición de DDHH sin una definición de qué es el ser humano, por lo que la universalización de los DDHH supone de manera obligatoria la existencia de un ser humano universal. Ríete a carcajadas en tu tumba Kant.

Lo anterior no representa, como podrían suponer mis inquisidores de siempre, el estar escribiendo en contra de los DDHH, sino, algo completamente diferente, el hacer visible la invisibilidad por la cual actúan nuestras concepciones que obligan a observar por otros aquello que jamás ha sido visible. De la misma manera como sería ridículo el abolir los privilegios monárquicos en Chile, por que obviamente no tiene monarquía, la entrega, mejor dicho imposición, de derechos humanos ahí donde no existen principios básicos que permiten el comprender la democracia como introyección nos obliga a reconocer que bajo principios antidemocráticos los DDHH no tiene ninguna validez. Y bien sabemos que la democracia no está legitimada de manera universal, y bien sabemos que existen regímenes antidemocráticos legitimados en nuestro hermoso planeta tierra. Derechos entre iguales es comprensible, es totalmente aceptable, pero ahí donde existen los no-iguales es imposible el comprender los principios de igualdad con respecto a la existencia de derechos para aquellos que no son reconocidos como iguales.

Claro que buscamos paz, y es algo totalmente digno de ser buscado, pero debemos buscar paz reconociendo que esto obliga a la dominación de algunos por sobre otros que los lleven a callar, agachar la cabeza o regocijarse a los segundos por el triunfo de los primeros. Tristeza y resignación frente a la imposibilidad de alcanzar la paz, o la risa y la emoción por el triunfo alcanzado. Da lo mismo, sencillamente la paz es una imposición de una objetividad arbitraria ahí donde sólo podemos observar clasificaciones y categorizaciones que destruyen la subjetividad de lo que soy, por la existencia de un no-yo, sino de un nosotros. Lo siento Huntington pero tu choque de civilizaciones no es producto de la barbarie de un pueblo sino algo tan natural como el nacimiento de la paz; el fin de la guerra. Creo en la paz, en la medida en que creo que existen iguales.

La paz implica legitimidad de esta dominación positiva- tanto en términos jurídicos como valóricos- y es por ello que es imposible que los no-iguales reconozcan el valor, antes señalado, de esta paz cuando no aceptan o no se dejan dominar por el discurso de esta dominación que deberían, a nuestro juicio, reconocer como provechosa, civilizatoria y reveladora.


2 comentarios:

  1. mmmm...leyendo esto, pienso en la desesperación de los Iraquies en demostrar que, no estando EEUU en su territorio, ahora se encuentran en "paz"...sacando los boques de cemento antibombas...señal absurda pero concreta.

    Realmente Kant rie...¿o llora?

    Ex-seminarista lega.

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  2. La política como totalidad y dialectica.
    Un cuerpo que al evolucionar se reconstruye.

    "La Política es la prosecución de la Guerra por otros medios"
    Faucoult.

    Saludos.


    Saludos.

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