martes, 16 de marzo de 2010

15.03.2010

Es difícil el abstraerse de lo que pasó el día 27 de febrero pasado. De un momento a otro se nos recordó a cada uno de los chilenos aquello que parecía haber desaparecido de nuestra memoria colectiva; que somos un país que sufre de vez en cuando terremotos, y que estos dejan al país de rodillas y con un llanto generalizado.

Tal vez por eso, por nuestra amnesia, olvidamos también nuestros peores errores, o a lo mejor es la necesidad de sentirse seguro frente a una tierra que tiembla y que nos deja muertos de miedo cuando se le ocurre. Esa inseguridad ha sido histórica y basta con ver los “diarios de vida” de nuestros conquistadores españoles para darse cuenta que, hasta a ellos, les tocó vivir movimientos telúricos.





Frente a todo lo que ha pasado me es difícil el no preguntarme con respecto a nuestra seguridad, y con respecto a los frágiles que parecemos ser. Por que lo que pasó hace menos de un mes nos dejó desnudos y con una enorme patada en el hocico; pretendemos ser un país casi desarrollado que es mirado con “envidia” por el resto de América Latina, que tenemos escuadrillas de F16 y torpederos ingleses, enormes tanques Leopard y nuestra propia industria bélica, rascacielos de lujo y autos Ferrari en las calles, una gran clase media emergente con “casa propia” y con cada vez mejor calidad de vida, miles de estudiantes que hoy si pueden acceder a la universidad y cada vez menos pobres marginales ... y al parecer todo no fue nada más que una mentira; una mentira que se hizo visible con el mismo terremoto y que nos demostró que nuestras queridas fuerzas armadas aun se comunican vía FAX con el resto de las instituciones del Estado; que los aviones de la FACH sólo podían despegar después de 2 horas pasado el terremoto (la presidenta pidió un helicóptero a las 4 de la mañana y se le comunicó que podía estar disponible pasadas las 5); que SHOA tiene los equipos pero no tiene el personal capacitado; que la isla Juan Fernández pareciera que sólo es de Chile cuando se nos ocurre comer langosta; que la falta de fiscalización inmobiliaria ha permitido la existencia de edificios de cartón; que la proliferación de universidades no es proporcional a las necesidades del país y los ingenieros calculistas, sismológos o físicos brillan por su ausencia (llamen a las parvularias, periodistas o ingenieros comerciales para ver si les sirven de algo); que aun existe un Chile que sólo sale en las noticias para una desgracia o cuando rellenan el noticiario buscando lugares típicos (lease Iloca, Dichato, Punta de Papas, Coronel, etc.); que los chilenos somos capaces de saquear y pisotear al vecino cuando se encuentra de rodillas, que los ladrones no sólo se roban LCD y lavadoras, sino también hay ladrones de corbata que roban el dinero de la gente por medio de sus inmobiliarias y amigables bancos; que el terremoto nos dejó ver que existe aun “otro Chile” donde la pobreza se podía percibir con o sin terremoto; que el “país con mayor conectividad a internet y telefonía celular de America Latina depende de una manera tan frágil de los privados que quedamos todos sin comunicación por varios días; que el famoso SIC (Sistema Interconectado Central) es tan central que una falla deja sin energía eléctrica a más de la mitad de Chile (que tantos aviones F16 si dos petardos en un generador dejan a Chile a oscuras... no le cuenten a los peruanos); que ni yo ni tu sabíamos que éramos tan débiles ante una naturaleza que fue desafiada de manera brutal por nuestra soberbia con pies de barro.

Hoy más que nunca siento que este país no es lo que pretendía ser y, lo peor de todo, es que lo creímos de manera ciega... y aun lo seguimos creyendo: somos los jaguares de América Latina.

PD: Recuerden que somos un país OCDE.

3 comentarios:

  1. manejo comercial inescrupuloso y con consecuencias minimas para el empresario
    ese es nuestro pais

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  2. Pienso exáctamente lo mismo. Aunque yo fui más resumida, escribí algo parecido.

    Y aún no comprendo como chuchas estamos en la OCDE...

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  3. Perfecta apología de un país sismico (y de simios). Te lo voy a publicitar por ahí si no te molesta. Es que está muy bueno....

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